Crónica del Sujetador “Peto” Deportivo
Sostén Deportivo Calvin Klein
El sujetador o peto deportivos es una prenda usada mayoritariamente por mujeres, en la parte del busto. Suele ser de un material elasticado y respirable ya que permite mayor sujeción de este usando como puntos de apoyo los hombros y el contorno de la caja torácica. Surge principalmente de la necesidad de poder dar mayor sujeción al busto durante el desarrollo de alguna actividad física, aunque últimamente se usa para el día a día, por la comodidad y mayor libertad que ofrece a diferencia de los sostenes tradicionales.
Su uso actualmente no se restringe solo al contexto de la actividad física, ni tampoco se comercializa exclusivamente por marcas deportivas, las marcas de ropa íntima y hasta marcas de lujo han desarrollado sus versiones para el uso diario, como por ejemplo Calvin Klein. La variación principal entre marcas y distintos contextos de uso es la materialidad; las marcas deportivas usan telas más técnicas y distintas formas de sujeción en la estructura de la prenda, de manera cada vez más ergonómica. Las otras marcas optan por telas con mayor porcentaje de algodón, otro tipo de colores y texturas, terminaciones más simples y distintos tipos de diseños.
Funcionalmente, el peto como prenda podríamos decir que estabiliza los pechos y evita que al realizar movimientos duela, moleste o incomode ya sea al saltar, correr, nadar, etc. A diferencia de las prendas más tradicionales como el sostén, el peto tiene una mayor área de soporte que permite que los pechos se adapten más libremente al espacio, no como los sostenes que con la copa y la barba moldean, dan forma, elevan, posicionan y “simetrizan” el busto para que se vea “perfecto”.
El peto al ser una prenda más funcional posee aspectos estructurales distintos. Por ejemplo, las zonas de soporte son mayores, no hay tirantes que se deslizan sino que se unen en la zona de la columna en forma de x, y los elásticos son más gruesos generando menos impacto en el cuerpo (posición natural de los pechos, marcas, arrugas o pliegues en el cuerpo, buscan privilegiar la comodidad y libertad. Los sostenes (a diferencia de los petos), dejan marcas en el cuerpo más evidentes, por ejemplo, en la zona de los elásticos cuando el busto es más grande y por lo tanto pesa más queda marcado, cuando ajustamos mucho el contorno, incluso cuando no podemos llenar las copas existentes, etc. Por lo que, podemos hablar de cómo se oprime el busto femenino a través de las prendas más tradicionales, a diferencia de lo que propone el peto.
Históricamente prendas sujetadoras buscan dar forma a los pechos para que queden redondeados, elevados, simétricos y no se marquen los pezones. Por ejemplo, es mal visto o menos atractivo en una mujer que el pecho esté caído, asimétrico, tenga estrías o venas marcadas, lo cual es algo natural. Existe una sexualización de los pechos femeninos lo que resulta en que las mujeres sientan una necesidad a usarlos, y por consecuente un fetiche hacia los sostenes, como los colores de estos. Es muy distinta la connotación que se le da a usar un sostén rojo, blanco y negro. La necesidad de que los pechos se deban ver perfectos y atractivos, se debe a que es una de las características físicas en las que común y generacionalmente se le ha dicho a las mujeres, se fijan los hombres. Esto pensando en la sociedad machista en la que la mujer debe vestirse o presentarse para atraer visualmente a los hombres generando una especie de cortejo o conquista.
Si bien los petos de este tipo no son una prenda que marque un hito histórico a diferencia de otras que hemos visto en clases, vienen a plantear un punto intermedio entre la opresión de los pechos y la liberación total. En la quema de sujetadores el ́68 en USA (los sostenes), fueron quemados ya que eran reconocidos como objeto de opresión de la mujer, y siguen siendo interpretados por muchas como tal.
Esto se puede ver en las marchas del 8M, donde se han registrado manifestaciones de mujeres a torso desnudo o también marchando sin polera solo con petos o top.
Por otro lado, también se encuentra el movimiento “Free the Nipple”, el cual habla de una liberación total de los pechos (específicamente los pezones), como una forma de visibilizar la desigualdad de género ya que al hombre no se le exige cubrir sus pezones en comparación a la mujer, a quién se le atribuye una connotación sexual al mostrarlos, o incluso si se marcan estando cubiertos. La imagen de Atenea que vimos en clases, como representación de una mujer sobrenatural y poderosa, es presentada con su torso al desnudo y no cubierto.
Si hacemos una revisión breve en torno a la moda, como antecedentes encontramos el Corsé que oprime por completo el cuerpo femenino, moldeándolo, corrigiendo su postura, reduciendo la movilidad del cuerpo y específicamente el torso femenino. Luego las fajas, que eran menos rígidas, aplastaban el busto como tratando de esconderlo, pero básicamente cumplían la misma función de dar forma. De ahí el salto al sostén que en su principio daba una forma cónica al busto y luego aparecen los sostenes de copa rígida que moldean y “presentan”, como ya mencioné anteriormente, de manera simétrica y redondeada los pechos.
Maratón de Boston - 1967
Kathrine Switzer, primera mujer en correr una maratón.
En cuanto a la lucha feminista, también hay un momento en el que la mujer busca el espacio para que se le incorpore en los deportes y personalmente creo que desde este punto el peto o sujetador cobra relevancia. En el mercado cuando comparamos las prendas que se ofrecen para hombre y mujeres, no encontramos sujetadores para hombres. Hoy, encontramos una gran cantidad de variedades para las mujeres ofreciendo distintos tipos de sujeción y estructura de acuerdo con el cuerpo y la actividad. Campañas haciendo mucho énfasis en que el peto no debe dejar marcas al usarlo y lo importante que es su correcta elección.
Chase Jackson
Por otro lado, podemos ver hoy que el mercado ya no apunta solamente al estereotipo clásico de la mujer fit, de la mano con los distintos movimientos de aceptación del cuerpo propio y hacia los cuerpos. En el deporte cada vez son más visibles distintos cuerpos de mujeres, como antecedente cercano tenemos los juegos panamericanos. Cuerpos que no tenían permitido descubrirse (sacarse la polera y usar petos), por no cumplir con los estereotipos, o porque sus deportes, sus disciplinas o la actividad física desarrollada tiene un carácter masculinizante, ahora tienen el espacio y la seguridad para hacerlo. Por ejemplo, lanzadoras, futbolistas, levantadoras de pesas. ¿Esto genera que sus cuerpos sean más masculinos? ¿Qué implica que existan cuerpos de mujeres más masculinos?
El peto, mantiene vigencia en su potencial transgresor principalmente por cómo permite y da espacio para que las mujeres se empoderen, tanto en su uso cotidiano, su uso para generar discusiones, para dar comodidad, para sentir más libertad. Para no oprimir la zona del busto, pero resguardando la intimidad que muchas mujeres aún quieren conservar con libertad y comodidad, apelando a la funcionalidad.
Florencia Toro Silva
Profesora Diseño UC
ftoro@uc.cl