La Historia del Pelo y Moda Resistencial

Detrás de la Economía de la Mirada de Japón

La Historia del Pelo y Moda Resistencial

Natsu Matsuri, Fukuoka, Japón (1999)

夏祭り - Festival de Verano

Japón, 1999

Para contextualizar, soy Francisca Orellana. Nací en Chile y viví en Japón durante ocho años. Me fui con un año y ocho meses y volví a Chile cuando tenía poco más de nueve años. Pasé gran parte de mi infancia en este país, aprendí el idioma, fui al jardín, al colegio, hice amistades y estuve inmersa en la cultura japonesa en lo que se consideran los años más formativos de nuestras vidas.

En lo personal, el estatus de "inmigrante" no se hizo patente inmediatamente, sino que se hizo presente durante la sociabilización en mi etapa preescolar. Las diferencias relacionadas con mi apariencia eran más evidentes estando rodeada de niñas y niños con las mismas características. Mis facciones eran más grandes, mi contextura física era distinta, tenía más vello en mi cuerpo, mi color de ojos era diferente, pero por sobre todo, mi cabello era distinto: rizado y de color castaño claro, heredado -presuntamente- de mi familia materna y su ascendencia afroecuatoriana y francesa. Estas características dentro de la población japonesa eran casi imposibles de encontrar y causaban cierta conmoción en el entorno. Durante 1990, la presencia de inmigrantes en Japón era sumamente baja (poco más de 1% en 1997[1]), y más difícil aún era encontrar inmigrantes de América Latina. Por ende, la presencia de una familia latina en una ciudad como Fukuoka tenía un carácter bastante "exótico".

Ser inmigrante en un país que no acostumbraba a tratar con extranjeros me permitió entender más claramente los estándares de belleza a los que está sometida la sociedad japonesa. En Japón, la blancura se ha considerado una característica esencial de la belleza femenina y existen registros de este fetiche por lo menos desde el periodo Heian (794-1185). Un antiguo proverbio japonés afirma que "la piel blanca oculta los siete defectos" (色の白いは七難隠す); es decir, la piel blanca hace que se pase por alto la ausencia de otros rasgos físicos deseados. Durante el periodo Meiji, estos cánones acerca de la blancura fueron transformándose hacia una idealización de los rasgos físicos occidentales, donde se comenzó a idealizar la piel blanca de las mujeres occidentales, ya que se consideraba aún más blanca que la de las mujeres japonesas. Esta tendencia se agudizó después de la Primera Guerra Mundial, cuando comenzaron a popularizarse las cirugías plásticas de manera sustancial, y más adelante, reforzadas con la ocupación estadounidense en Japón después de la Segunda Guerra Mundial.[2]

Los procedimientos cosméticos actuales varían desde el blanqueamiento de la piel, cirugía de doble párpado -que tiene por objetivo crear un pliegue en el párpado-, cirugía para tener una nariz más "alta", etc. Por supuesto, estos cánones de belleza en la cultura japonesa han sido concebidos mucho antes de la industrialización, sin embargo, son perpetuados por estos procedimientos y el capitalismo imperante en la sociedad japonesa. En Japón, los rostros occidentalizados generan compulsiones fetichistas por su orden y jerarquía dentro de la economía de la mirada japonesa. Esta mirada no es natural, sino que ha sido un constructo desarrollado a lo largo de los años en la sociedad japonesa. En su artículo sobre la blancura japonesa, Fujimoto (2002) sostiene que los medios de comunicación japoneses han interiorizado y reproducido el discurso de los medios estadounidenses sobre las relaciones raciales, y se caracterizan por una sobrerrepresentación de los blancos y una infrarrepresentación de las personas de color.[3]

No obstante, a pesar del fetichismo entorno al rostro occidental y el intento de alcanzar sus facciones, la hegemonía del cabello aún no ha sido desafiada dentro de la cultura nipona. El pelo negro y lacio sigue siendo el sinónimo de belleza más prevalente junto con la blancura. El pelo rizado y claro, por el contrario, es relacionado con la desprolijidad y era recurrentemente asociado con la animalidad.[4]

Sin embargo, la idea de que en Japón no existe el pelo rizado ni castaño por naturaleza es una concepción errónea. Existe una población invisibilizada dentro de la sociedad japonesa que tiene estas características, sin embargo, son usualmente identidades rechazadas y denegadas. Los japoneses con Tenpa (天パ, pelo rizado naturalmente) han sido discriminados en diferentes ámbitos sociales y usualmente se sienten presionados para alisarse el pelo.[5] Por otro lado, el pelo castaño no está admitido por reglamento en la mayoría de las escuelas de Japón. Según una encuesta realizada en institutos de Tokio, reveló que casi el 60% le pedía a los alumnos con el pelo claro pruebas fotográficas para demostrar que naturalmente tenían ese color de pelo y no había sido decolorado. Algunas escuelas, incluso le exigen a sus alumnos teñirse el pelo al color negro.[6]

Si extrapolamos este fenómeno, podemos relacionarlo con la identidad marrana (judíos conversos al cristianismo). Los japoneses Tenpa o con pelo claro asumen una identidad que siempre está bajo sospecha. Tal es el nivel de cuestionamiento, que incluso teniendo pruebas de su "pureza" del pelo, no es aceptado por las instituciones y se ven enfrentados a dilemas identitarios como cambiar de color de pelo y/o alisárselo para encajar dentro de la sociedad. Por otra parte, también podemos visibilizar cómo las ideologías son reproducidas por los aparatos del estado. Como menciona Althusser, estos aparatos son los encargados de perpetuar las ideas y la ideología dominante en la sociedad: en este caso, la idea de la blancura, el pelo de color negro y liso.

La moda, a su vez, se ve influenciada por esta tendencia hacia la pureza. Si pensamos en la vestimenta tradicional en Japón, podemos encontrar patrones "zero-waste", cortes rectos, vestimenta holgada, estampados lineales y femeninos. Para la mujer, se considera deseable una vestimenta recatada que no muestre escote y no demarque en exceso su figura. Sin embargo, dentro de estas tradiciones vestimentarias rígidas, existen lógicas de resistencia que cuestionan la economía de la mirada a través de, precisamente, la indumentaria. Podemos ver muchos grupos subalternos que abrazan su diferenciación dentro de la cultura japonesa y se pueden observar en el conocido barrio de Harajuku, Tokio. Por ejemplo, las Ganguro, parte de la subcultura Gyaru, quienes buscan verse excesivamente bronceadas y teñirse el pelo de múltiples colores, o las Decora Kei, quienes, por el contrario del minimalismo instaurado dentro de la vestimenta japonesa, utilizan una cantidad excesiva de accesorios.

No ha de sorprendernos, entonces, que dentro de este país tradicional y cerrado en cuanto a lo que diversidad cultural y decisiones vestimentales refiere, existan estas subculturas que salen de la norma. Este trabajo es solo una breve panorámica del potencial investigativo que tiene esta sociedad, del cual podríamos aprender muchísimo en distintas áreas.

Referencias Bibliográficas:

[1] Sellek, Y. (2001). The Increasing Presence of Foreign Residents in Japan in the 1990s. In: Migrant Labour in Japan. Palgrave Macmillan, London. https://doi.org/10.1057/9780230288256_5

[2] Wagatsuma, H. (1967). The Social Perception of Skin Color in Japan. Daedalus, 96(2), 407–443. http://www.jstor.org/stable/20027045

[3] Torigoe,C. “Whiteness discourse in Japan: The construction of ideal beauty and racial Others in cosmetic surgery advertisements,” Nanzan Gakuin Daigaku Gakujutsu Kenkyjo Eigo Eibun Gakuronsh?, Vol. 53 (3), 2012.

[4] Fujimoto, E. (2002). Japanese-ness, whiteness, and the “other” in Japan’s internationalization. In M. J. Collier (Ed.), Transforming communication about culture (pp.1-21). Thousand Oaks, CA: Sage.

[5] Pollacco, L. (2023). “Kiyoko Matsuzawa is Tokyo’s queen of curly hair care.” Retrieved from https://www.tokyoweekender.com/japan-life/kiyoko-matsuzawa-tokyo-curly-haircare/#:~:text=The%20majority%20of%20the%20Japanese,let%20alone%20excel%20at%20it.

[6] McCurry, J. (2017). Retrieved from https://www.theguardian.com/world/2017/oct/27/japanese-student-suesover-schools-order-to-dye-hair-black

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